Dedicado al problema de las drogas desde su manifestación en 1984, Duhalde elabora algunas conclusiones, referidas tanto al pasado como al presente, y vislumbra el nacimiento de un “nuevo paradigma” en el enfoque del fenómeno. Considera que el momento actual resulta ser internacionalmente el más propicio de los últimos cien años para iniciar políticas eficientes en contra del narcotráfico y a favor de la salud de los consumidores de drogas. Duhalde plantea que el desinterés de los políticos por el tema de las drogas y el crimen organizado es, cuanto menos, “una grave omisión irresponsable” y convoca, una vez más, a toda la clase dirigente a asumir el compromiso.